Nacimos entre 1954 y 1969, hijos de hippies y de quienes debieran haberlo sido pero sobre todos hijos de “la fuerza” todo se confabulo para traernos aquí. La generación silenciosa que cambiaría el mundo sin que nadie se diera cuenta. Una energía que penetró los escrotos y los úteros de nuestros padres y nuestras madres con la ola de los 60, y nacimos nosotros. Crecimos sin el aspaviento, obliterados por ellos, incluso. Las dosis de narcisismo que requirieron para romper nos hicieron encoger, pero sólo por fuera.

Nuestras vidas no han sido fáciles pero cuáles lo son. El cambio ha sido por dentro, nacido de una determinación interior que no podemos escapar. A todo lo que nos enseñaron, a todo lo que quieren de nosotros, hemos respondido en silencio, mirando por dentro a nuestro corazón. Con una entereza casi imperceptible pero con una dirección interna inamovible. We have changed the paradigm.