Soy la diosa, la sirena, Venus, e incluso la virgen y ya no me puedes pisotear nunca mas. Mi trabajo es andar por el camino que rodea el estanque, recogiendo flores y haciendo deseos, mientras tú me miras desde el balcón rechinando los dientes y acariciando gatos blancos. Tu poesía nunca sera tan buen como la mía, tu deseo nunca tan intenso. Y tu placer nunca te saciará! Te crees que eres el servidor de los mundos, el salvador de los tuyos y de los otros, el jinete de dragones. Pero eres un niño perdido en el desierto que se cree un brujo porque lleva un máscara negra pintada de tigre que alguien le prestó. Lo que me trajo aquí está en mis diarios, el deseo de saber porqué yo no era importante para un padre que me quería pero nunca lo dijo, para poder hacer mi trabajo en paz. Debido a ti he vuelto al muro de dolor y al escalarlo por fin he contestado esta pregunta. Gracias. Yo no necesito un padre. Las diosas no tienen padres, tienen hijos y amantes, pero las diosas auténticas no tienen padre por mucho que les duela. Soy principio y final. Mi trabajo es andar con estirada regalia, para que se conecten las estrellas con la tierra en mi espalda, lanzo energía arcoiris como una manta que cura y la sangre de dragones penetrándose hacen nacer la rosa que me diste, para que los mancebos rubios se despierten excitados y para que los viejos como tú puedan morir en paz. Por cierto, es el tiempo de la rosa. La diosa se traga la densidad que era el pan de tus días y exhala aroma de rosas.

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I am the goddess, the siren, Venus, and even the virgin and you can not trample me anymore. My job is to walk the path around the pond, picking flowers and making wishes, while you look at me from the balcony grinding your teeth and stroking white cats. Your poetry will never be as good as mine, your desire never so intense, your pleasure will never satisfy you! You think you are the server of the worlds, the savior of yours and of the others, the rider of dragons. But you’re a lost child in the desert that believes is a witch because he is wearing a black mask painted like a tiger that someone lent him. What brought me here was my wanting to know why I was not important to a father who loved me but never said it so I could work in peace. Because of you I returned to the wall of pain, I climbed it, and answered this question. Thank you. I do not need a father. Goddesses have no parents, they have children and lovers, but a real goddess has no father however much it hurts her.  I’m the beginning and end. My job is to regally walk so the stars will connect with the earth on my back, rainbow energy like a healing blanket and the blood of the dragons penetrating each other birthing the rose that I carry, so young men wake up excited and old men can die in peace. By the way, it’s the time of the rose. The goddess in me eats the density that was the bread of your days and exhales the scent of roses.